Una de las mejores cosas de la vida es que todo el daño que pudieron hacerte se ve recompensado luego. Cuando miras atrás y ves que ya no te duele, cuando esas personas que te lo hicieron se arrepienten de ello e incluso vuelven a sentir aquello que perdieron y que conllevó perderte a tí también. Esa satisfacción de ver que tú pudiste avanzar en la vida y que ellos se quedaron estancados al verse sin tí, es lo mejor que puede pasarte. Y sí, este pensamiento es un poco egoísta, pero es que en esta vida, y en todas las demás, hay que ser egoísta porque sino nunca llegarás a lo que de verdad necesitar llegar. Tenemos que equivocarnos y disfrutar de cada uno de los tropiezos para una vez alcanzada la cima mirar un camino glorioso, con muchos agujeros que supiste tapar...
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