29.8.11

A veces pasa que nos sentimos aturdidos, sin rumbo fijo. Pero siempre existe una constante que te hace regresar a ti misma. Una constante que te hace reconsiderar porqué eres quien eres y porqué deberías ser así siempre. Una constante que te apoya cuando son muchas las opciones de juego, cuando no te sientes bien, cuando necesitas un poco de compañía.
Todos necesitamos una persona en nuestra vida, tan solo una. A veces es muy difícil encontrar a esa persona, tan difícil que muchos mueren sin haberla tenido nunca. Hay otros que las tienen delante pero sus corazones no son capaz de verlas. Y hay otras personas que si encuentran esa constante.
Debo sentirme muy afortunada, ya que te encontré muy pronto, pero aún me siento mejor al pensar que jamás podré perderte, que serás mío y yo siempre seré tuya.
Gracias por ser esa constante que todo lo equilibra, gracias por tenerme cerca siempre, gracias por amarme a cada momento y gracias por haber aparecido en mi vida.

28.8.11

Hay momentos que hacen que te replantees el mundo, que todo está patas a arriba y que hay que ordenar de nuevo el armario. Siempre me costó hacer borrón y cuenta nueva, yo soy más de guardar facturas...
Por eso, todo era monótono, monocromo, como si el agua solo tuviera un estado, sin cambiar.
Y le vi, le vi andar hacia mí, con esa sonrisa que hoy día es el alimento de mi alma, y juré que jamás volvería a repetir la misma risa y aún así él es capaz de recordarlas todas.
Tener fe no es una medicina, no cura viejas heridas, pero tampoco daña de nuevo y yo tuve esa fe que trajo hacia mí, y aquí estoy, besándote, queriéndote, teniéndote, sintiéndote y puedo gritarle al mundo entero que soy la mujer más feliz y envidiada del planeta, porque un amor como el nuestro no existe en ningún lugar más que en nuestros dichosos corazones.