13.1.12

Siempre le he tenido miedo a la muerte, a perder todo aquello que he aprendido a querer. También he tenido miedo a los disparos, a los payasos y a las noches en las que no se escucha ningún ruido. Pero lo que jamás imaginé es que esos miedos dejaron de tener importancia el día en que le conocí. Ya no le tenía miedo a la vejez, a tantas otras cosas. Pero sin embargo, me topé con un miedo aún más profundo, perderle a él.
No puedo ni imaginarme que un día ya no podrá estar a mi lado, que no podré besarle ni hacerle cosquillas para oírle quejarse. No me puedo ni plantear seguir construyendo un futuro en donde no aparezca. Es imposible separar su presencia de mi vida y me da tanto temor que pueda ocurrir, que pueda un día perderle, verle marcharse...
Me destrozo solo de pensarlo, y pierdo el control de mi cuerpo cuando siento que está lejos de mí. Es que no puedo alejarme de él durante mucho tiempo, siento que sin él todo está perdido, que no hay nada por lo que luchar...
Por eso, cuando pienso que puede marcharse, no paro de llorar. Porque siento que le pierdo aunque no se porqué. Si siempre está ahí para arroparme por las noches, para consolarme cuando me siento desganada, para decirme que jamás se irá.
No entiendo mi empeño, no sé porqué pienso que algún día se marchará, si siempre me está diciendo lo contrario. Que se quedará, que se quedará hasta el fin de nuestros días, que jamás se fijará en otra y que sus labios solo me pertenecen a mí...
Será esta poca autoestima la que me impulsa a pensar que puedo perderle, que puede dejar de amarme. Pero qué le hago si por lo único que yo vivo es por sus labios, por su sonrisa, por sus ojos medio cerrados por el sol, por sus grandes manos... y si pienso que le pierdo se me cae el mundo...
Espero que todos los días pueda tenerle en mi mente y saber que jamás se irá, que esto no tiene fecha de caducidad, y que por siempre voy a amarle con todo mi corazón...
Solo espero que puedas amarme hasta dejar de respirar. 241009 (L)

No hay comentarios:

Publicar un comentario