8.3.09

Como arbolito de otoño sin hojas me estoy quedando, las flores que yo tenía te fui entregando; quién lo hubiera sospechado, que en tu pecho se escondía un corazón de quebracho (de piedra, más bien diría). de agua y sal mojé un pañuelo de amor, la luna moría, de agua y sal bañé mis ojos que nunca más llorarían; una lágrima he guardado, una gota de esperanza, para ponerla en tu boca si regresaras mañana. Como un campo con escarcha, así me has dejado el alma, arenal seco y sediento, mi corazón se desangra. un cuchillo me has clavado, y es muy profunda la herida, pero es tal mi mala suerte, que me dejaste con vida. Esta es mi historia, sin capítulo final: vieja como el tiempo, triste como su verdad, falta de esperanza, llena de sinceridad, de increíbles horas, de infinita soledad...
Si las paredes se estropean, te consolaré. Si los ángeles lloran, estaré allí por ti. Tu has salvado mi alma no me dejes ahora, NUNCA ME DEJES...
aLee*

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