La chica de la mirada de cristal

Sigue, nunca pares de perseguirme. Nunca me hagas caer en el olvido, no perdones a la distancia y peléate con el tiempo, pero a mí nunca me dejes en este mundo sola. Desde la última vez vivo de la próxima locura que cometerás para verme, vivo recordando cada beso silencioso, cada mirada llena de protección, cada llamada a deshora para saber simplemente como estoy, que si llueve no nos importaría mojarnos… Por favor, no te olvides de nada, guarda todos esos sitios en los que estuvimos, guárdalos en tu corazón de niño y siéntelos en tu cuerpo de hombre, pero nunca lo olvides, porque sino me iré, me iré tan lejos que no podrás ni buscarme… Al fin y al cabo, como siempre dijimos, a la vejez nos encontraremos, tú con tu bastón, yo con mi dentadura postiza, pero los dos siempre juntos, en cualquier parte del Reino Unido…

aLee*