18.6.10

Hablemos y conversemos hasta altas horas de la noche, discutamos sobre temas ilógicos y tremendamente apasionados. Mirémonos sin perder de vista ninguna de las pestañas del otro, sintamos el calor que irradian nuestros cuerpos cuanto más cerca nos encontramos. Y es que si la piel es un lenguaje, toquémonos hasta unirnos por completo, besémonos hasta desgastarnos los labios y no nos separemos el uno del otro nunca jamás, aunque comience a amanecer...

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