3.6.10

Malcríame la vida con mil besos a la hora y siente en tu corazón lo que la mente no controla. Ábreme las puertas del paraíso que yo tejeré el cielo estrellado en tu mirada. Muéstrame el secreto que escondes bajo llave que yo lo guardaré hasta el último día de mi vida. No dejes que la llama se apague, este amor no entiende de cenizas. Cúrame las heridas del ayer con dulzura y entrégame todo tu ser. Y es que tardaron mil novecientos noventa y dos años en crearte y sólo dieciséis en traerte a mí...

No hay comentarios:

Publicar un comentario